30 de julio de 2011

Varios inventores para un invento

¿Quién inventó el automóvil? Muchos dicen: Carl Benz. Pero hubo también otras personas que buscaron crear un vehículo que pudiera moverse sólo.

Un ingeniero militar francés, Nicolas-Joseph Cugnot, construyó hace ya 240 años, en 1769, un automóvil a vapor, también de tres ruedas, destinado al transporte militar. Un holandés, Ferdinand Verbiest, desarrolló casi cien años antes todavía, en 1672, un motor a vapor mientras vivía en China.
Y el gran italiano Leonardo da Vinci, que vivió entre 1452 y 1519, hizo dibujos técnicos que pueden considerarse una base para el automóvil. Todos estos antecedentes sirvieron sin duda a Benz para desarrollar su automóvil en 1886.

Luego dio el gran salto hacia la popularidad del auto el estadounidense Henry Ford, cuando comenzó en 1908 a fabricar su famoso Ford T en serie en sus fábricas. Es decir, que cada operario hacía sólo determinado paso de la producción y siempre el mismo, a lo largo de una cinta en movimiento.

Se armaba así un automóvil tras otro en forma continua, agregando pieza por pieza en cada parada de la cinta. Entre 1908 y 1928 se vendieron más de 15 millones de autos Ford T.

También en algunos países de América Latina y en particular en Argentina comenzaron rápidamente a interesarse algunas personas por los automóviles. El primer automóvil Benz llegó a Buenos Aires en 1895, nueve años después de su invención, y en 1910 arrancó la producción del primer auto de fabricación argentina, el Anasagasti, llamado así por su creador, Horacio Anasagasti.

Los autos eléctricos también son antiguos

Hoy se habla mucho de los automóviles eléctricos como la solución del futuro para evitar la contaminación de la combustión de gasolina. Pero en verdad existían ya hace mucho tiempo, nacieron casi al mismo tiempo que el automóvil de Carl Benz. Alrededor del año 1900, la mayoría de los automóviles que circulaban en Estados Unidos eran eléctricos o a vapor.

Pero estos automóviles tenían sus inconvenientes. El vapor se produce por calentamiento de agua, y para ello hay que quemar por ejemplo carbón. Esto era relativamente sencillo en las grandes locomotoras, que llevaban incluso un pequeño vagón lleno de carbón. Pero en un automóvil, de tamaño mucho menor, no se podía llevar mucho carbón. Así es que no se podía ir muy lejos sin recargar constantemente carbón.

Con los automóviles eléctricos ocurría algo similar: funcionaban con baterías, pero éstas se descargaban al poco tiempo y había que detenerse para recargarlas, lo que tomaba bastante tiempo.
Pero como ya entonces los autos eléctricos eran más silenciosos y más limpios que los automóviles a motor de combustión de gasolina, eran los preferidos de la gente en 1900. “El presidente estadounidense de entonces tenía un auto eléctrico”, dice la historiadora Bettina Gundler. También podían ser veloces. “El primer automóvil en llegar a los 100 kilómetros por hora fue un auto eléctrico, en 1899”, señala la experta.

Pero finalmente se impusieron los automóviles a gasolina. Los autos eléctricos cayeron en el olvido hace unos 90 años. Hasta hoy, cuando el precio cada vez más caro de la gasolina y los problemas que genera su uso para el medio ambiente volvieron a poner e vigencia la idea del auto eléctrico.

Varias empresas automotrices ya están a punto de sacar a la venta autos puramente eléctricos. Nuevas tecnologías permiten fabricar baterías que le den mayor tiempo de marcha sin recarga a los autos.
Y hace tiempo que existen los llamados autos híbridos, que combinan un motor a gasolina con uno eléctrico, que se enciende cuando se va a marcha lenta o se está detenido en un semáforo.

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