Brasil | - | Agencias.- La Policía civil de Pernambuco ha confirmado que los tres sospechosos de asesinar, descuartizar y enterrar a dos mujeres en Garanhus, confesaron en una declaración hecha el jueves, que usaban carne humana para hacer pastelitos, como empanadas. Los alimentos se vendían a la población y también se servían como comida para el propio trío y para la niña de cinco años que vivía con ellos.
Según los informes de la Policía, los sospechosos confesaron que, después de los asesinatos, guardaban partes de los cuerpos de las víctimas en el congelador. De acuerdo con el comisario de la delegación de Garanhus, Demócrito Oliveira, los sospechosos estaban en una fase de “pausa” entre crimen y crimen, ya que planeaban asesinar a otra mujer, en Lagoa do Carro.
La Policía dice que las partes usadas para producir las empanadas serían las nalgas y los muslos de las víctimas.
Los sospechosos de semejante barbarie formaban un triángulo amoroso compuesto por un hombre y una mujer de 52 años que estarían casados, y una joven de 23. Los tres están en prisión desde el miércoles, cuando la Policía encontró restos de dos mujeres enterrados en un patio de la vivienda.
La Policía ha informado de que formarían parte de una secta, que promulgaba la purificación del mundo y la disminución poblacional. El objetivo sería matar tres mujeres por año.
“Según los involucrados, formaban parte de una secta llamada ‘Cartel’ que lucharía contra una secta contraria llamada ‘M’ (de las mujeres impuras). “, reveló el delegado Wesley Fernades.
La niña presenció los asesinatos y puede revelar detalles. “Esa niña está en el Consejo Tutelar, bajo el cuidado del Juzgado de la Infancia, que está llevando a cabo los trámites legales para buscarle un nuevo hogar”, informó el delegado.
La selección
El delegado Wesley Fernades explicó cómo escogía el grupo a sus víctimas.
“Según ellos veían pasar a grupos de personas y uno alertaba de que una era considerada mala persona”.
Las víctimas eran atraídas hasta la casa de los sospechosos bajo la falsa promesa de trabajar como niñeras de la niña que vivía con ellos.
Niña inmiscuida
La Policía también ha encontrado el certificado de nacimiento de la niña de 5 años que vivía con ellos. Sería la hija de una mujer asesinada en 2008, en Olinda.
Una de las sospechosas reconoció que usaba el nombre de esa mujer y decía que la niña era su hija.
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