Guadalajara; Jalisco | Adrían Castañeda Fonseca | Informador .— Hay inventos que todos conocemos sin saber el nombre de su inventor, uno de ellos es el cierre de cremallera, sin el cual se habrían tenido que buscar otras soluciones en la moda, en el diario vestir y hasta en los trajes espaciales.
El buscador más popular del mundo hoy hace un homenaje a Gideon Sundback, inventor de ese implemento que lo mismo encontramos en ropas, accesorios, muebles y un sinfín de aplicaciones más.
Nacido el 24 de abril de 1880, Gideon Sundback nació en la localidad sueca de Ödestugu Parish, desde sus primeros años dio muestras de un talento excepcional, realizando pequeñas innovaciones para mejorar la vida diaria de la familia.
Tras finalizar sus estudios en Suecia, Gideon Sundback se trasladó a Alemania donde perfeccionó sus conocimientos de ingeniería en la Escuela Politécnica de Bingen am Rhein. No fue hasta el año 1903, ya con 23 años de edad, que Gideon Sundback aprobó su examen final de Ingeniería, emigrando dos años después a los Estados Unidos.
El cierre de cremallera fue un invento que requirió de una especial aplicación de su talento; las primeras soluciones se basaban en el empleo de botones y ojales, luego se viró a una idea primitiva de la cremallera actual, pero con dientes gigantescos, cuatro, seis o diez. Al final, viendo que mientras más pequeños los dientes era más fácil el cierre final, se enfocó a una miniaturización que permitió el deslizamiento ágil del carro de cierre.
Su genialidad no paró ahí, sino que se complementó con el diseño y construcción de maquinaria que facilitara la manufactura de su invento, que en un principio empleaba dientes metálicos.
El primer uso de una cremallera, el flamante invento de Gideon Sundback, no fue en un pantalón sino en un par de botas. De ahí pasó a bolsas para el tabaco y sería en las ropas de la milicia durante la Segunda Guerra Mundial, que la cremallera, o el 'zipper' como se le denominó, llegaría a la industria del vestido y posteriormente de la moda.
Del doodle de hoy, en una pantalla donde las letras semejan un bordado, rinde homenaje a este gran inventor, aunque algo desconocido, al acceder a una animación que permite ver tras de correrlo, una selección sobre el ingeniero Sundback y su invento que, meditándolo un poco, merecería corresponderle a su creador con una dosis más grande de fama.
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