MÉXICO, DF. | La sabrosita .- Las estadísticas demuestran que al menos una de cada diez personas padece de várices, esas desagradables y visibles venitas en las piernas que pueden, en algunos casos, llegar a ser muy dolorosas. Las várices son dilataciones de las venas que se caracterizan por la incapacidad de establecer un buen flujo de la sangre. Pueden aparecer en distintas partes del cuerpo, pero las más comunes son las que se presentan en las piernas.
Este problema ataca a hombres y mujeres, pero especialmente a mujeres que sufrieron cambios hormonales; las paredes de las venas se ensanchan y debilitan, causando que la sangre se estanque y regrese al corazón con menos rapidez.
La medicina moderna ha desarrollado nuevas técnicas para combatir las várices por medio de operaciones que las remueven o de inyecciones que las secan y desaparecen. Sin embargo, si tú sabes que tienes cierta propensión a padecerlas pues tu familia es varicosa, tu trabajo te obliga a permanecer de pie por horas, estás embarazada o con un sobrepeso importante, puedes prevenir su aparición o disminuir sus efectos con sencillos remedios casero.
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Consejos:
Hacer ejercicio. Especialmente caminar o aeróbicos de bajo impacto. El ciclismo y la natación son excelentes.
Moverse y no quedarse estático.
Levantar las piernas por encima del nivel del nivel del corazón mientras se está recostado. Al menos 15 minutos diarios.
Usar medias de compresión graduada.
No cruzar las piernas mientras se está sentada.
Frotarse las piernas con loción de castaña de indias y/o loción de hamamelis, con alcohol de romero.
Consumir ginkgo biloba.
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Alcohol de romero:
Fabrícalo en casa utilizando un frasco de vidrio con tapa, Se coloca romero fresco, bien limpio y se cubre con alcohol de 96 grados que se compra en cualquier farmacia; se tapa y deja reposar por 15 días. Con el líquido resultante se frotan las piernas para estimular la circulación.
Infusión de romero:
El romero bebido en té, también actúa a nivel interno ayudando a una mejor circulación.
Una cucharadita de romero fresco por cada taza de agua, que se beberá una o dos veces al día. Ojo: el romero es estimulante, así que no es muy aconsejable tomarlo antes de acostarse.
Ungüento de ajos:
El ajo es un estimulante natural y poderoso desinflamarte que ayudará a disminuir lo abultado de las várices, ayudando a una mejor circulación. Si bien las várices no desaparecerán, el efecto será notorio a la vista, al tiempo que se experimenta una sensación de bienestar.
Ingredientes:
6 dientes de ajo.
3 cucharadas de aceite de oliva.
Jugo de un limón.
Se cortan los ajos en finas láminas o se machacan. Se mezclan con el aceite de oliva y el jugo de limón. Se deja reposar la mezcla durante 12 horas dentro de un frasco de vidrio con tapón de corcho para que la maceración pueda respirar.
Uso: Antes de aplicar este ungüento, masajea la zona donde hay várices para activar la circulación. El siguiente paso será extender el ungüento con un pequeño masaje y recorrer todas las várices con suaves movimientos circulares ascendentes.
Alimentación: Se sugieren alimentos ricos en potasio como el plátano y el jitomate (el rojo). Aliñar con mucho ajo y cebolla. Consumir limón, cerezas, arándanos y moras
Este problema ataca a hombres y mujeres, pero especialmente a mujeres que sufrieron cambios hormonales; las paredes de las venas se ensanchan y debilitan, causando que la sangre se estanque y regrese al corazón con menos rapidez.
La medicina moderna ha desarrollado nuevas técnicas para combatir las várices por medio de operaciones que las remueven o de inyecciones que las secan y desaparecen. Sin embargo, si tú sabes que tienes cierta propensión a padecerlas pues tu familia es varicosa, tu trabajo te obliga a permanecer de pie por horas, estás embarazada o con un sobrepeso importante, puedes prevenir su aparición o disminuir sus efectos con sencillos remedios casero.
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Consejos:
Hacer ejercicio. Especialmente caminar o aeróbicos de bajo impacto. El ciclismo y la natación son excelentes.
Moverse y no quedarse estático.
Levantar las piernas por encima del nivel del nivel del corazón mientras se está recostado. Al menos 15 minutos diarios.
Usar medias de compresión graduada.
No cruzar las piernas mientras se está sentada.
Frotarse las piernas con loción de castaña de indias y/o loción de hamamelis, con alcohol de romero.
Consumir ginkgo biloba.
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Alcohol de romero:
Fabrícalo en casa utilizando un frasco de vidrio con tapa, Se coloca romero fresco, bien limpio y se cubre con alcohol de 96 grados que se compra en cualquier farmacia; se tapa y deja reposar por 15 días. Con el líquido resultante se frotan las piernas para estimular la circulación.
Infusión de romero:
El romero bebido en té, también actúa a nivel interno ayudando a una mejor circulación.
Una cucharadita de romero fresco por cada taza de agua, que se beberá una o dos veces al día. Ojo: el romero es estimulante, así que no es muy aconsejable tomarlo antes de acostarse.
Ungüento de ajos:
El ajo es un estimulante natural y poderoso desinflamarte que ayudará a disminuir lo abultado de las várices, ayudando a una mejor circulación. Si bien las várices no desaparecerán, el efecto será notorio a la vista, al tiempo que se experimenta una sensación de bienestar.
Ingredientes:
6 dientes de ajo.
3 cucharadas de aceite de oliva.
Jugo de un limón.
Se cortan los ajos en finas láminas o se machacan. Se mezclan con el aceite de oliva y el jugo de limón. Se deja reposar la mezcla durante 12 horas dentro de un frasco de vidrio con tapón de corcho para que la maceración pueda respirar.
Uso: Antes de aplicar este ungüento, masajea la zona donde hay várices para activar la circulación. El siguiente paso será extender el ungüento con un pequeño masaje y recorrer todas las várices con suaves movimientos circulares ascendentes.
Alimentación: Se sugieren alimentos ricos en potasio como el plátano y el jitomate (el rojo). Aliñar con mucho ajo y cebolla. Consumir limón, cerezas, arándanos y moras
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